Angélica Romero Palencia y Javier Higareda Sánchez
Ahora que se acerca el día del amor y la amistad creemos importante también abordar el #perdón en las relaciones cercanas. Es muy común que en las relaciones románticas, dada su intensidad, duración, expectativas, etc., en algún momento haya una falta o trasgresión y nos sintamos lastimad@s, traicionad@s o herid@s por nuestra pareja.
Estas heridas, se caracterizan porque sentimos que nuestra #pareja nos trató injustamente, o rompió alguno de los acuerdos que implícita o explícitamente teníamos en la relación. Cuando nos sentimos así, pareciera que desaparecen las emociones agradables que experimentábamos como la felicidad y se incrementan otras como la tristeza, la frustración, el enojo, la preocupación, la amargura, el dolor, la decepción, etc. Esto se hace un problema cuando estas emociones se presentan con mayor frecuencia e intensidad que las emociones “positivas”, la interacción empieza a deteriorarse y pasamos a una predominancia negativa, donde el #conflicto y el #alejamiento son el pan nuestro de cada día.

Ante esta situación, tenemos varias posibilidades: podemos negar o minimizar el hecho. Esta opción nos lleva a disimular, pero seguimos experimentando malestar ante la relación. También podemos olvidar o dejar la falta “en el cajón” y reconciliarnos con nuestra pareja, lo que en algunas ocasiones puede constituir una forma de evitación de nuestras emociones desagradables, permitiendo que las trasgresiones se repitan una y otra y otra vez sin solucionar realmente la situación. O podemos #perdonar, es decir trabajar activamente para que aún con la falta que ocurrió, experimentemos el amor, la felicidad y el disfrute de un principio.
Pero, ya en serio ¿Qué tan difícil es perdonar?
La dificultad para perdonar depende principalmente de tres factores sustanciales, hablemos de cada uno por separado.
La dificultad para perdonar depende en buena medida de la #valoración que hagamos de la falta, el daño o la trasgresión. Una falta pequeña será fácil de perdonar y una falta grave será difícil de perdonar. Por ejemplo, tal vez será fácil perdonar que mi pareja olvidó enviarme un mensaje de buenos días (si lo considero una trasgresión pequeña) pero probablemente me sea muy difícil perdonar que le encontré mensajes románticos dirigidos a otra persona (si lo considero una trasgresión grave). Mucho ojo aquí: Esta valoración es totalmente subjetiva y dependerá de los valores personales de cada quien. Es decir, lo que para mí puede ser una falta grave, para otra persona puede no serlo y viceversa.

Otro factor que dificulta el perdón es la dedicación de tiempo para #pensar en la falta. Si yo pienso, pienso y pienso todo el día en la trasgresión, me será más difícil perdonar, por el contrario, si no sobrepienso en la falta, me será más sencillo perdonarla. El proceso de permitirme repetir en mi mente la falta una y otra vez se conoce como #rumiación y este proceso de pensamiento a su vez, es el que construye el resentimiento que es un sentimiento de hostilidad y aversión hacia quien nos consideramos nos ha dañado.
Pero pilas aquí, porque el #resentimiento se caracteriza por la pérdida de objetividad. Cuando tengo resentimiento hacia alguien, el o los problemas se miran desde una perspectiva negativa maximizada. Es decir, nos centramos exclusivamente en nosotr@s y en nuestro dolor y con ello alimentamos las emociones “negativas” al respecto manteniéndolas a lo largo del tiempo. Por eso entre más resentimiento sintamos más difícil será perdonar.
Entonces, ahora sí ¿Cómo puedo perdonar a mi pareja?
Acá te damos 7 pasos para perdonar en tu relación de pareja:

1. Realiza una valoración de posible #perdón: Tal vez esto te parecerá muy tonto, pero primero debes hacer esta valoración (a pesar de todo el amor que sientas por una persona). Por ejemplo, si tu pareja no muestra arrepentimiento, no tiene cambios en sus conductas, te culpa por la trasgresión, ignora o minimiza tus emociones al respecto o peor aún, mantiene las trasgresiones, entonces: No perdones!! Aléjate y cuéntale a quién más confianza le tengas (Chiste local de nuestra época), es decir, antes de perdonar deberás salir de esa relación. El perdón no implica dejar que otras personas abusen de ti o te violenten, trabájalo en #terapia.

2. Pon tu relación en una balanza: Ve el panorama más amplio, intenta poner en una balanza las acciones positivas y negativas de tu pareja y ve que lado gana, o nota, si la balanza está equilibrada. Si definitivamente el lado negativo tiene mayor peso, entonces la solución es soltar esa relación y tomar responsabilidad de la permanencia en la misma. El perdón en este caso debe enfocarse en no guardar resentimiento hacia la persona y soltarla a pesar de amarla. Si la balanza está equilibrada tal vez valga la pena negociar acuerdos, límites y problemas y poner una fecha límite para valorar los cambios. Si la balanza tiende a las acciones positivas hay que reconocer esos actos y darles un peso mayor ante la #trasgresión y buscar una solución y reparación del #daño.
Si después de hacer la valoración y poner tu relación en una balanza, decides que vale la pena perdonar…
3. Valora la dificultad para perdonar: Colócale un número del 1 al 10 a la gravedad del daño, a tu rumiación y a tu resentimiento. Si obtienes calificaciones mayores a 5 te sugiero acercarte a un proceso de terapia que te permita disminuir la dificultad para perdonar.

4. Cambia el punto de referencia: Trata de mirar el problema desde la perspectiva del otro. Dice el dicho que: “Todos somos el villano en la historia de alguien y el héroe en la historia de otro”. Es probable que la intención de tu pareja no fuera dañarte, intenta entender su situación y contexto completo para darle un peso adecuado al hecho, es decir: escucha activamente su versión y sé empátic@.
5. Reconoce tu imperfección: Nosotros también nos equivocamos y al no ser perfectos también podemos dañar a otros sin querer. Si reconoces tu vulnerabilidad y cuantas veces sin querer trasgrediste a tu pareja o a otras personas, será mucho más fácil perdonar.

6. Resignifica el #dolor: Analiza que aprendizaje obtuviste de esta experiencia, cómo te fortaleció y para qué te servirá en el futuro, intenta quitar los juicios e interpretaciones y trata de concentrarte en el aprendizaje de esta experiencia, y emplearla para junto con tu pareja mejorar su relación y evitar ocasiones próximas de trasgresión.
7. Elige sabiamente: Recuerda que el #perdón es un regalo para ti. Cargar el resentimiento implica un constante desgaste personal, míralo como un costal que llevas cargando en la espalda todo el tiempo ¿Es pesado, no? O también lo puedes comparar con golpear a la pared reclamando justicia ¿Lastimas a la pared o te lastimas a ti? Si perdonas a tu pareja liberas esta carga mental, permites tener más tiempo y energía para disfrutar las cosas buenas de la vida. Si te aferras a la sensación de injusticia te esclavizas, si te aferras al perdón te liberas.
Si estás viviendo una situación como esta y detectas que te cuesta trabajo perdonar o llevar a cabo estos pasos, busca ayuda profesional, en #goodlifeterapia podemos ayudarte, Contáctanos.

Angélica Romero Palencia es egresada del Programa de Maestría y Doctorado en Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es autora de múltiples artículos científicos y capítulos de libro en torno a la pareja y Coautora del libro: 8 Escalas, el lado negativo de las relaciones de pareja, editado por: El Manual Moderno. Experta en temas de violencia, pareja y relaciones personales y forma parte de Good Life Terapia, si deseas agendar una sesión con ella, escríbenos WhatsApp: 77-14-35-44-21.

Jesús Javier Higareda Sánchez es egresado del Programa de Maestría y Doctorado de la Universidad Nacional Autónoma de México, también es Maestro en Ciencias Biomédicas, Educador en diabetes y Psicólogo por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Es experto en temas de ansiedad, depresión y estrés y forma parte de Good Life Terapia, si deseas agendar una sesión con él, escríbenos WhatsApp: 77-14-35-44-21.
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