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Abre tu departamento de quejas emocionales: De la crítica a la autocompasión

Angélica Janneire García López


Imagina que eres dueñx de una gran empresa, tus productos tienen un alto control de calidad, y tienes muchos clientes que te recomiendan. Un día aparece en tu oficina un cliente muy molesto, te dice que tu producto es mediocre, que no es lo suficientemente bueno, que debes mejorarlo... A pesar de tus intentos por complacerlo, por convencerlo, tu cliente siempre queda insatisfecho; te desgastas. Hartx, decides cerrarle la puerta, pero él no se marcha y sólo logras que sea más insistente. ¿Qué puedes hacer ahora?


Las empresas exitosas cuentan con un departamento de atención al cliente. Cuando enfrentan clientes insatisfechos su mejor estrategia consiste en recibir y escuchar. Validan su punto de vista, responden con un diálogo amable y comprensivo para con sus necesidades, expresiones como “entiendo que se sienta molesto”, “sus observaciones nos sirven para mejorar”, “su punto de vista es válido” son recurrentes. Aunque esto no evita que jamás se vuelvan a recibir quejas; los “clientes quejosos” notan la intención de ser comprendidos. La empresa no tiene la necesidad de “ganar una discusión”. Pero lo más importante puede mejorar sus servicios y aprender de sus errores.


Justo de esta forma funcionan nuestros pensamientos autocríticos. Frases como “no soy lo suficientemente bueno(a)”, “ya debería de haber logrado esto o aquello”, “fui un estúpido”, “debería de haberlo hecho mejor” se presentan cada que cometemos una falta. Lejos de motivarnos o prevenir futuros errores, nos desgastan y desalientan. Al principio queremos complacerlos, aunque nunca es suficiente. Después discutimos sin ganar. Finalmente queremos evitarlos, pero al mínimo error ahí están, tan molestos como siempre. ¿Qué pasa después? a largo plazo terminamos por creerles, nos volvemos inseguros, sobrexigentes y “pesimistas”.


Para lidiar con estos pensamientos sin morir en el intento es necesario tener un departamento de quejas emocionales, ajá, exactamente como en las empresas exitosas.

Para abrir nuestro departamento de quejas emocionales es necesario practicar la #autocompasión para enfrentar a nuestros “clientes quejosos”. Te preguntaras ¿qué es la autocompasión? significa ser amable y comprensivo cuando te enfrentas a tus errores personales sin dejar de tratar de cambiar aquello que te permita ser más saludable y feliz sólo porque te preocupas por ti mismo, no porque no valgas nada, seas insuficiente o inaceptable.


¿Cómo puedo practicar la autocompasión? Solemos ser compasivos cuando acompañamos a una persona que amamos en su sufrimiento. Ser compasivo significa validar tu sentir, reconocer que como ser humano puedes fallar y tienes derecho no ser perfectx (esto no quiere decir que estés de acuerdo con tus faltas). La siguiente ocasión, utiliza estas frases “A pesar de mis errores, soy suficiente”, “es válido sentirme así”, “soy humano y tengo derecho a fallar”, “puedo aprender de mis errores”, “hice lo mejor que pude en ese momento”. La bondad hacia ti mismo te permite tratarte de forma amable y te impulsa a encontrar mejores soluciones hacia tu mejora personal.


Si estás viviendo una situación como esta y detectas que te cuesta trabajo tratarte con autocompasión, busca ayuda profesional, en #goodlifeterapia podemos ayudarte, Contáctanos.


Angélica Janneire García López es egresada la Licenciatura en Psicología de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y maestrante en Psicología de la Salud de la misma universidad. Es experta en atención plena y colabora en Good Life Terapia, si deseas agendar una sesión con ella, escríbenos WhatsApp: 77-14-35-44-21.

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