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La diversidad neuronal: una guía para entender y aceptar

  • Foto del escritor: ROSA VARGAS ALMENDRA
    ROSA VARGAS ALMENDRA
  • 27 mar
  • 4 Min. de lectura
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Mtra. Rosa Vargas Almendra

Es común que en el día a día nos encontremos con personas con diferentes formas de pensar y de actuar, pero nada nos parece tan extraño como cuando llega el momento en el que en la convivencia social percibimos comportamientos  que pudieran parecernos “raros”, personas que se quedan aisladas en un rincón, que se fastidian rápido en las fiestas, que les cuesta trabajo entender la lógica de las situaciones, quienes están contando una historia y se distraen rápidamente o dan mucho contexto para dar a entender su historia, personas que por más que se esfuerzan comenten errores por descuido, personas que parecieran ser groseras, pero que simplemente son muy directas, como si no tuvieran un filtro.  A simple vista pudieran parecer “raros” pero hay algo que va más allá de la norma y de no encajar con la sociedad, o no con la mayoría.


Si nos vamos al sentido más estricto de porque una persona actúa como actúa, nos daremos cuenta de que tiene que ver no solo con aprendizaje, cultura o personalidad, sino que también tiene que ver con como nuestro cerebro interpreta la información que recibe a través de nuestros sentidos.


Aquí es donde entra el término de neurodiversidad, que se utiliza para describir las diferencias en el funcionamiento del cerebro de las personas para percibir el mundo.  Estas diferencias pueden afectar en cómo procesamos la información, en cómo nos relacionamos con otros y cómo percibimos nuestro entorno.


Neurotípico vs. Neurodivergente

Dentro del concepto de neurodiversidad encontramos dos términos clave: neurotípico y neurodivergente.


Neurotípico: se refiere a aquellas personas cuyo funcionamiento cerebral se ajusta a lo que es “típico” o dentro de la norma de una sociedad.

Neurodivergente: se refiere a personas cuyo funcionamiento cerebral es considerado atípico, e incluye a aquellos con condiciones como autismo, TDAH, dispraxia, dislexia entre otros.

En este sentido, el termino neurodivergencia implica diferencias en el procesamiento sensorial, emocional y cognitivo con respecto a la norma.

 

¿Por qué es importante hablar de la neurodiversidad?

 Porque no hay una forma correcta o incorrecta de responder a las situaciones de la vida cotidiana, si tú conoces a alguien con alguna de estas condiciones es importante que sepas que todas las personas tienen fortalezas, así como limitaciones, y que cada una de ellas está haciendo lo mejor que puede.


Aferrarse a “lo que tiene que ser” no solo excluye a las personas neurodivergentes, sino que también les hace la vida más complicada de lo que ya es.


La falta de comprensión y aceptación de la neurodivergencia, que experimentan las personas neurodivergentes, generalmente puede afectar de forma negativa a la autoestima y a la confianza, lo que dificulta su participación en la sociedad. También pueden tener dificultades para comunicarse de manera efectiva, y afectar sus interacciones sociales y su participación en el ámbito laboral y educativo sintiéndose excluidos y prefiriendo aislarse o rodearse de personas neurodivergentes.


La falta de comprensión y adaptación por parte de los demás puede dificultar aún más la comunicación y el acceso a oportunidades. Por ejemplo, un entorno escolar o de trabajo ruidoso, rígido, con luces brillantes, con sonidos a un volumen muy alto, con cambios abruptos en la rutina, que es impredecible, con encargos mal estructurados o sin precisión, con mala gestión del tiempo y constantes distracciones o interrupciones; puede imposibilitar su buen funcionamiento.


Por eso, con este blog nos gustaría fomentar cambios en los entornos, desde los lugares de trabajo hasta las aulas y las fiestas de cumpleaños, para hacerlos más acogedores y receptivos a quienes piensan, procesan y aprenden de manera diferente. Para eso, te dejamos algunos hacks para fomentar ambientes flexibles con tolerancia a la neutodiversidad.



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1.     En lugar de pensar que las personas con autismo o TDAH necesitan ser ‘arregladas’, podemos enfocamos en las cosas en las que son buenas y ayudarlos con las cosas con las que están trabajando o en las que están intentando mejorar y ser más flexibles, pensar que “no tiene que ser como yo quiero que sea” puede ser un primer paso para nosotros, para ser más abiertos y comprensivos con las personas neurodiversas y neurodivergentes.

2.     Respetar sus tiempos y procesos: Muchas personas neurodivergentes procesan la información de manera diferente. Evita presionarlas

para responder o actuar rápido.

3.     Preguntar qué necesitan: No asumas lo que les funciona; cada persona es diferente. Se clar@ y direct@ y usa lenguaje concreto y evita dobles sentidos o ironías si notas que generan confusión.

 

Además de esto, también podemos:

En el Trabajo o Escuela

  1. Permite ajustes razonables: Espacios tranquilos, iluminación adecuada o flexibilidad en tiempos pueden hacer una gran diferencia.

  2. Varía los métodos de enseñanza/trabajo: Algunas personas aprenden mejor con imágenes, otras con textos o experiencias prácticas.

  3. No bases la productividad solo en velocidad: La calidad del trabajo es más importante que hacerlo rápido.


En la Familia y Amistades

  1. No minimices sus experiencias: Frases como "todos nos distraemos a veces" o "solo es cuestión de esfuerzo" pueden invalidar sus dificultades.

  2. Apóyalos en la organización: Recordatorios, listas visuales o dividir tareas en pasos pequeños pueden ayudar.

  3. Sé paciente con la comunicación: Algunas personas pueden tardar más en responder o preferir formas distintas de interacción.



Sin importar el ambiente o situación recuerda promover el acceso a diagnósticos y terapia. Muchas personas neurodivergentes crecen sin saberlo y descubrirlo puede ser clave para su bienestar. Finalmente, también es importante tener muy presente que la neurodivergencia no es algo que “se cure”, sino una forma diferente de procesar el mundo. El mejor apoyo es la comprensión, la flexibilidad y la disposición a aprender de la persona.


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Rosa Vargas Almendra Especialista psicología infantil y adolescente. Licenciada en psicología, maestría en Ciencias Biomédicas y de la Salud, diplomados en psicoterapia infantil y adolescente. Experta en el tratamiento de síntomas de ansiedad, depresión, y problemas entre padres e hijos. ¡Contáctanos para agendar tu cita! WhatsApp: 77-14-35-44-21


 
 
 

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