Por Psic. José Enrique Martínez Sánchez y Psic. Jesús Javier Higareda Sánchez
Una vida sin #emociones no es vida, a menos que seamos robots. Las emociones básicas son importantes en la vida diaria, puesto que, si no fuera por el enojo, la tristeza, la alegría, el miedo y la ansiedad nuestra vida correría riesgo, así es, leíste bien; todas las emociones en un sentido moderado son fundamentales para la adaptación y a continuación te las explicamos.
¿Qué son las #emociones? son reacciones psicofisiológicas que están en nuestra experiencia física, mental y comportamental,se “encienden” conforme lo que sucede en el mundo que nos rodea y su objetivo es adaptarnos a las necesidades del presente y prepararnos para situaciones futuras.
Existe una clasificación de emociones: básicas y secundarias. Todo ser humano, sin importar la cultura o país, presentamos 5 reacciones emocionales básicas: enojo, tristeza, alegría, ansiedad y miedo (tal vez las conozcas con diferente nombre y está bien), estas mismas tienen derivaciones subjetivas que varían (emociones secundarias) como: rencor, vergüenza felicidad, inquietud, temor, entre otras. Otra clasificación señala que existen emociones “positivas” y “negativas”, sin embargo, no quiere decir que por ser “negativas” sean dañinas, sino que reciben este nombre por la sensación negativa con que se experimentan. Dentro de estas se encuentra el enojo, la tristeza, ansiedad y miedo; y por otra parte en las emociones positivas está la alegría y sus derivaciones como es la felicidad, regocijo, tranquilidad, etc.
Pueden percibirse con agrado y desagrado, porque claro, a quién le gusta sentir ansiedad o enojo, en comparación a la alegría, pero recuerda que están ahí para guiarte.
Situación-pensamiento-emoción
Las emociones y los pensamientos están estrechamente relacionados, la valoración que cada uno hace de cada situación tiene un efecto en la intensidad, duración y frecuencia de las emociones y dependerá mucho de lo que ocurra en el exterior y cómo lo procesamos o entendemos.
Nuestro sistema está programado para reaccionar emocionalmente para cualquier situación, y es indispensable tener la reacción adecuada para el momento específico que se presenta. Por ejemplo, si algo sale como nosotros queremos o esperamos, solemos sentirnos felices en vez de sentir tristeza, así como ante una situación de riesgo lo normal es sentir ansiedad o miedo en vez de sentir alegría. Los humanos contamos con un amplio abanico de emociones que guardan relación con las situaciones específicas y siempre serán importantes para afrontar lo que ocurre en el momento, por ejemplo, la alegría, no solo nos motiva a buscar la felicidad al cumplir nuestros objetivos o sentir satisfacción sino también le da sentido a nuestra vida y nos ayuda a vivir en armonía con los demás.
¿Para qué sirve cada emoción?
La #tristeza tiene una función social, donde lo que queremos es que alguien nos acompañe y nos ayude a pasar ese momento triste. Reaccionamos con tristeza ante una pérdida significativa, donde se dimensiona el mundo, a los demás y el futuro de manera negativa (como si viéramos solo el lado oscuro de tal momento) y nos prepara para reflexionar sobre tal pérdida y a adaptarnos a los cambios. Ten en cuenta que esta emoción (en algunos casos) puede evolucionar de manera patológica llegando a caer en la depresión (así es, sentirse triste es normal, estar “depre” es un grado disfuncional en el cual es necesaria una valoración psicológica). Cuando dejas de hacer cosas o dejas de disfrutar las cosas que antes te gustaban creemos que pueden ser indicadores para buscar ayuda.
El #enojo es una reacción muy estigmatizada, todos nos llegamos a enojar en la vida (y es válido), pero no es lo mismo que reaccionar agresivamente. Se activa ante una situación de que es percibida como injusta, sirve poner establecer un límite hacia los demás y hacer respetar nuestros principios o valores. Puedes buscar ayuda (lo cual no tiene nada de malo) en caso de presentar altos niveles de enojo conocidos como “furia/ira”.
Por otra parte, las reacciones de #miedo y #ansiedad se activan al percibir peligro, tienen la función de activar nuestro sistema para tener una reacción de huida, ataque o pelea para la salvaguarda y sobrevivencia. Dichas emociones pueden evolucionar disfuncionalmente en pánico o angustia (por supuesto que también puedes buscar ayuda profesional si presentas altos índices de estas emociones).
Por último y no por eso más importante, la #alegría se activa ante situaciones favorables para el individuo y nos motiva a mantenernos con constancia para alcanzar nuestros objetivos y valores. Por supuesto que esta emoción puede tener un lado negativo si llega a un extremo, siendo esto disfuncional, lo cual se conoce como “manía”, donde la euforia puede poner en peligro la vida al tener conductas de riesgo.
Como ya mencionamos, los niveles disfuncionales de cada #emoción pueden generar alteraciones físicas, afectando la integridad de quien las presenta, por lo que es importante monitorear nuestra salud física, mental y social.
Recomendaciones finales
Las emociones no son peligrosas, es más peligroso tratar de huir de ellas, ya que irónicamente esto nos genera malestar innecesario, por lo que te recomendamos aceptar y tolerar las emociones que sientas, valídalas y deja que estén ahí, esto significa que te hagas mejor amigo de las emociones negativas y no intentes cambiarlas, aprende a convivir con ellas y focalízate en resolver lo que está en tu alcance. Recuerda que cada uno experimenta de manera subjetiva sus emociones cotidianas, cada quien le da un significado diferente a cada una de ellas, ya que, ante una misma situación las personas podemos reaccionar emocionalmente en distintas intensidades o expresar en forma diferente tales reacciones.
Acude a un experto de la salud mental si tienes dificultad para regular tus emociones, nuestros profesionales de la salud mental están para apoyarte.
José Enrique Martínez Sánchez es egresado del máster en Consejería por parte de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. Experto en trastornos de ansiedad y certificado por TOC México. Actualmente forma parte de Good Life Terapia, si deseas agendar una sesión con él, escríbenos WhatsApp: 77-14-35-44-21 o directamente a su número: 55-19-15-18-92
Jesús Javier Higareda Sánchez es egresado del programa de maestría y doctorado de la Universidad Nacional Autónoma de México, es maestro en ciencias biomédicas, educador en diabetes y psicólogo por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Es experto en temas de ansiedad, depresión y estrés y forma parte de Good Life Terapia, si deseas agendar una sesión con él, escríbenos WhatsApp: 77-14-35-44-21
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