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María de la Luz Juárez Lugo
Del libro: PLATERO Y YO
“Y el alma, Platero, se siente reina verdadera de lo que posee por virtud de su sentimiento, del cuerpo grande y sano de la naturaleza que, respetado, da a quién lo merece el espectáculo sumiso de su hermosura resplandeciente y eterna.” Juan Ramón Jiménez
En el día a día se muestra un ideal a seguir de la imagen o figura corporal de las personas ya sea en las calles, carteles publicitarios, en los medios de comunicación, o en figuras públicas a través de sus redes sociales como Facebook, Instagram o TikTok. Haciendo referencia a una “supuesta” figura corporal que se “debería” de tener ya sea como meta o como signo de pertenencia.
Pero, seguir estos estándares ¿Qué consecuencias trae?
En ocasiones se presenta en hombres o mujeres una preocupación constante por la “imagen corporal” que se entiende como la imagen que forma la mente del propio cuerpo.
La imagen corporal se ve impuesta por estándares de belleza que la sociedad a través, principalmente de los medios de publicidad, determinan como “aceptables” o “bonitos”.
Actualmente es más frecuente ver en adolescentes una insatisfacción o distorsión de la imagen corporal que se ve sujeta muchas de las veces a la influencia que tienen personas famosas. Lo cual llega a afectar la percepción que tienen de sí mismos y los lleva por el camino de la “no aceptación” . Desde este punto, es necesario mantenerse alerta ya que es probable que adopten ciertas conductas de riesgo que lleguen a afectar de una manera directa a la salud física y mental, pudiendo desarrollar algún Trastorno de la Conducta Alimentaria (#TCA).
Los TCA se caracterizan por alteraciones específicas y severas en la ingesta de los alimentos, observadas en personas que presentan patrones distorsionados en el acto de comer y que se caracterizan, bien sea por comer en exceso o por dejar de hacerlo, esto se relaciona con una reacción mental más que biológica.
A continuación, te indicamos 3 principales conductas de riesgo que se llegan a presentar para alcanzar el ideal estético en muchas personas:
1. Bajar de peso. Lo cierto es que este es un punto que se podría considerar saludable siempre y cuando el principal objetivo sea hacerlo para encontrarse en una situación saludable bajo la supervisión del especialista, sin embargo, si la presencia de este patrón de conducta se presenta bajo las exigencias externas de tal vez una presión social, aceptación de un grupo o para pertenecer al estándar de belleza lo más recomendable será acudir a un especialista en salud mental.
2. Realizar dietas estrictas. Se presenta esta auto-exigencia para la pérdida de peso en un tiempo corto, usualmente este comportamiento se limita a consumir azúcares y grasas. Se acompaña de un seguimiento muy puntual y de mucho control del peso de las cantidades que ingiere en su organismo, este comportamiento se realiza sin el consentimiento del especialista e influenciada por información carente de sustento científico.
3. Ayunos prolongados. Prolongar las horas de alimento para así someter al cuerpo y llegar a una figura corporal “ideal”, hace que exista un desgaste físico al igual que alteraciones en las actividades diarias de cada persona, ya que esta conducta trae consecuencias de otro nivel como el riesgo de sufrir mareos, desmayos o un bajo rendimiento en las actividades cotidianas a falta de nutrientes.
Estas conductas de riesgo como muchas otras son factores de riesgo que se derivan de alcanzar una imagen corporal que muchas de las veces surgen de una presión social y que solo dañan la salud de las personas.
Si has reconocido alguno de estos factores de riesgo y conoces o estás pasando por una situación complicada o simplemente ves la importancia de hablar sobre el tema, acércate a un especialista y hablemos de salud metal.
María de la Luz Juárez Lugo es estudiante de Psicología por la Universidad La Salle Pachuca y se encuentra realizando prácticas profesionales en Good Life Terapia.
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