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¡¡No soy yo, eres tú!!

Comúnmente cuando las relaciones se están a punto de finalizar, la persona que desea terminar, dice una frase famosa para indicar que algo en el vínculo romántico no va bien, y es necesaria una separación: “No eres tú, soy yo”.


Pero, ¿Qué pasa cuando la situación es la contraria?, ¿Qué pasa cuando la persona que termina la relación lo hace porque se da cuenta de que la pareja es el problema y no ella o él?


Hoy abordaremos el #Gaslighting, una forma de abuso emocional y #manipulación muy sutil, empleada por una persona para que su pareja o figura de afecto, modifique su conducta y se adapte a las necesidades del abusador o abusadora prácticamente sin darse cuenta.


Frases como "eres muy sensible", "estás loco/a", "eso nunca pasó", “malinterpretas todo” "eres muy exagerado/a", "estás haciendo una tormenta en un vaso de agua" o "ves cosas donde no las hay" son comunes en este tipo de relación.


Pero ¿De dónde viene el término Gaslighting?


Proviene de una palabra en inglés que no tiene traducción al español. Fue tomado de una película estadounidense de 1944 basada en la obra de teatro de Patrick Hamilton “Gas Light”, en donde unos recién casados se mudan a vivir a casa de una tía recientemente fallecida, y, pronto la mujer empieza a oír ruidos extraños en su ático que la aterrorizan, y la presión de su marido, la atormenta hasta hacerla creer que se está volviendo loca. Pero, en realidad el marido manipula a su mujer para que crea que está loca y así robar su fortuna escondida. Él esconde objetos valiosos haciéndole creer que ella ha sido la responsable aunque no lo recuerde, hace los misteriosos ruidos y atenúa la luz de gas (no había electricidad) para hacerle creer que el fuego sigue brillando en la misma intensidad que antes.


Así, que el tipo de abuso en el que la figura de amor y seguridad hace creer a la otra que está teniendo errores de juicio es lo que se conoce como Gaslighting. Cabe mencionar que esta manipulación es utilizada consciente o inconscientemente, pero eso no quita la responsabilidad a quién ejerce el #abuso. Este tipo de #violencia llega incluso a que la persona abusada, sufra tal inestabilidad, que dude de su criterio, de su buen juicio y por supuesto de su propio valor.


Veamos algunos posibles escenarios:

Escenario 1.

Tú: “Coqueteaste con esa persona”

Tu pareja: “Claro que no, te lo estás imaginando”


Escenario 2

Tú: "Dijiste que mi idea era tonta"

Tu pareja: "Eres muy sensible, era un chiste solamente, no aguantas nada"


Escenario 3

Tú: "Cuando aventaste la puerta me sentí muy mal"

Tu pareja: "Yo nunca hice eso"


Es decir, se siembran dudas, tratan de #persuadir para que la víctima crea que ha sido cuestión de un error de percepción propio. Esto hace que la persona abusada sin darse cuenta de la manipulación a la que está sometida, se empiece a sentir ansiosa, confundida, deprimida, e incompetente, porque surge la duda pero, se mantiene en un intento de mantener la relación y buscar la aprobación de la pareja.


¿Y por qué quiere alguien mantener una relación así?


Ahh!! Bueno, vamos a ver, el Gaslighting tiene tres etapas: 1) La idealización, 2) la devaluación y 3) el descarte.



En la idealización, la persona abusadora se muestra a sí mismo como una persona maravillosa, se muestra extremadamente encantadora, servicial, además de proyectar una enorme admiración por la posible víctima, es decir se crea la imagen de que han formado la pareja perfecta y la posible víctima así lo empieza a creer y a vivir, se genera un lazo afectivo extremadamente fuerte, en muchas ocasiones sin darse cuenta la persona empieza a entrar en una dinámica de dependencia: se aleja de otros amigos y familiares, deja de hacer actividades para pasar más tiempo con el ser amado y concentra su energía casi exclusivamente en la relación afectiva.


En la etapa de devaluación, todo cambia, una vez que la víctima se encuentra completamente enamorada, aislada y dependiente, pasa de ser adorada a ser incapaz de hacer algo bien, se le critica en extremo, se le piden cambios aún más irracionales, pero como la persona previamente había aprobado el ideal y aferrándose al recuerdo de lo que fue (y creyendo en vano que podrá volver a ser) se muestra dispuesto/a a arreglar las cosas, para mantener a la pareja perfecta feliz. En muchas ocasiones el desgaste de la víctima es tal, que no soporta y huye o pide ayuda, finalizando la relación a pesar del afecto hacia la persona abusadora, no obstante, si esto no ocurre se alcanzará la última etapa.



En la última etapa que es el descarte, la persona abusadora se aburre de la víctima y finalmente la deja caer para pasar a la siguiente, esto puede incluso ocurrir a la par que la etapa de idealización con una nueva víctima.


Este patrón de conducta, rara vez es una conducta aislada, en la mayoría de las ocasiones es un rasgo de la persona abusadora, que se mantiene de relación en relación, es decir no cambia, a menos que haya ayuda profesional y compromiso de cambio de por medio.


Desafortunadamente, esta práctica se ha normalizado y muchas personas la viven sin darse cuenta, padeciendo las consecuencias de la inseguridad, la dependencia, la confusión y la depresión. Por eso acá te damos algunos tips para que te des cuenta si estás siendo #víctima de Gaslighting.


1. Tú pareja demanda exagerada atención: has tenido que dejar de hacer cosas que te gustan para estar “bien” en tu relación de pareja.

2. Tú pareja te desacredita o critica en exceso: A todo lo que haces le encuentra un “pero”, no agradece ni toma en cuenta tus esfuerzos.

3. Chantajea con cambiarte por otra persona: Te hace sentir que estar con él o con ella es un privilegio que muchas otras personas quisieran y que sí no estás a la altura te puede dejar por alguien que sí le valore.

4. Te nulifica: Invalida tus percepciones, alegando que estás exagerando, imaginando o inventando cosas.


Si estás viviendo una situación cómo esta, busca ayuda profesional, debido a la dependencia emocional es difícil salir de un vínculo así sin apoyo. Nosotros te ayudaremos a poder decir: ¡¡No soy yo, eres tú!! Contáctanos.


Angélica Romero Palencia es egresada del Programa de Maestría y Doctorado en Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es autora de múltiples artículos científicos y capítulos de libro en torno a la pareja y Coautora del libro: 8 Escalas, el lado negativo de las relaciones de pareja, editado por: El Manual Moderno. Experta en temas de violencia, pareja y relaciones personales y forma parte de Good Life Terapia, si deseas agendar una sesión con ella, escríbenos WhatsApp: 77-14-35-44-21.



Jesús Javier Higareda Sánchez es egresado del programa de maestría y doctorado de la Universidad Nacional Autónoma de México, es maestro en ciencias biomédicas, educador en diabetes y psicólogo por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Es experto en temas de ansiedad, depresión y estrés y forma parte de Good Life Terapia, si deseas agendar una sesión con él, escríbenos WhatsApp: 77-14-35-44-21.


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