De Ideas a Realidades: Pequeños Pasos para Salir del Estancamiento

Psicóloga Patricia Pérez Bricaire y Psicóloga Teresa de Lucio

¿Te ha pasado que tienes grandes ideas, metas o propósitos, pero cuando llega el momento de actuar, sientes que algo te detiene?

Sentirte estancado es una experiencia común. A veces, la vida parece detenerse, te sientes atrapado, sin motivación, ni dirección clara. Este estancamiento puede ser emocional, profesional, existencial o una mezcla de todo. En ocasiones, esta experiencia suele ser por miedo al percibir la tarea o situación como algo amenazante, dudar de ti y de tu capacidad para lograr las cosas, con ideas que quedan en intención, pero nunca en acción. Con el tiempo, permanecer en este estado comienza a sentirse cada vez más pesado y el malestar emocional empieza a surgir, ya sea en forma de frustración, ansiedad, tristeza o la sensación de estar perdiendo oportunidades.

Si esto te suena familiar, quiero compartir contigo una estrategia de la Terapia Dialéctico Conductual (DBT, por sus siglas en inglés), creada por la doctora Marsha Linehan, que puede ayudarte a tomar el primer paso de acción hacia esa idea, meta o propósito. Esta estrategia no solo te ayudará a salir del estancamiento, sino que, a medida que avances, comenzarás a acumular experiencias positivas que reforzarán tu confianza y te acercarán a la vida que realmente quieres construir.

“Acumulación de experiencias positivas a largo plazo”

Acumular experiencias positivas a largo plazo hace referencia a la creación de una vida llena de momentos gratificantes y emocionalmente positivos que además de experimentarse en el presente también se consolidan como parte de una vida plena, significativa y encaminada hacia metas personales y con valores; construyendo un sentido de identidad, satisfacción y un futuro lleno de oportunidades positivas.

Para lograrlo es fundamental identificar cuáles son tus valores. Los valores son direcciones de vida que te importan intensamente. Son como una brújula que te guía hacia lo que es importante para ti. No son metas que se alcanzan y se terminan, sino formas de vivir continuamente; por ejemplo, la honestidad, tú nunca llegas a la honestidad, solo eliges actuar de manera honesta, todos los días, en todas las situaciones. Trabajar con los valores ayuda a que la persona recupere el rumbo y se comprometa con lo que es significativo, aunque haya dolor o malestar emocional.

Si ya has identificado tus valores, ahora es momento de establecer metas y de actuar con compromiso hacia ellas, incluso si debes combatir al miedo, la vergüenza o a tus pensamientos negativos.

Pasos para acumular experiencias positivas a largo plazo:

Paso 1: Evita evitar

Muchas veces se posponen acciones necesarias para alcanzar las metas, ya sea por sobrecarga emocional, incertidumbre, o dificultad para aceptar ciertos aspectos de la vida. Independientemente de la razón, construir una vida significativa requiere enfrentar lo que se ha estado postergando. Aprender a tolerar la incomodidad inicial es la clave para avanzar.

Paso 2: Clarificar valores

Es más fácil perder el rumbo o sentir que tus acciones no tienen impacto sin la claridad sobre lo que realmente te motiva. Como se ha mencionado, los valores son el motor detrás de tus acciones, son formas de vivir, son los pilares que te permite avanzar hacia lo que realmente importa en tu vida, dándole dirección y sentido. Tus valores pueden cambiar con el tiempo, según tu edad, contexto y experiencias.

Paso 3: Enfocarse en un solo valor  

Priorizar un solo valor (por ahora), evitará sentir que una meta es demasiado grande o inalcanzable. Aunque tengas una larga lista de valores importantes, elegir en cual enfocarte primero te ayudará a trabajar con conciencia plena y hará que el proceso sea menos abrumador y más efectivo.

Paso 4: Convertir valores en metas específicas 

Una vez identificado el valor en el que deseas enfocarte, es momento de conectar con metas concretas alineadas a él. Define metas específicas, objetivas y alcanzables, ten en cuenta tus limitaciones y capacidades. Recuerda que lo que se busca es acumular experiencias positivas. Jerarquiza tus metas en orden de importancia y viabilidad, así establecerás prioridades y sabrás en qué trabajar primero.

Paso 5: Fragmentar la meta en acciones pequeñas

Es momento de definir tu camino hacia la acción. Fragmenta tu meta en pequeños y concretos pasos que te acerquen a ella. Si aún parecen demasiado grandes, sigue desglosándolos hasta llegar a una acción concreta que puedas realizar ahora mismo. Elige uno de esos pequeños pasos y comienza a tomar acción. Continúa con el segundo paso, luego el tercero y así sucesivamente, construyendo la vida valiosa y significativa que deseas.

Recuerda que es importante incluir prácticas diarias que se vinculen con tu valor y no solo con actividades que conectan con un bienestar inmediato, sino que se conviertan en una fuente estable de satisfacción personal a largo plazo. La clave es construir una vida que merezca la pena ser vivida, donde la gratificación no se busca de manera fortuita, sino que se mira como una construcción continua que se nutre tanto de momentos pequeños como de diversos logros.

Algunas consideraciones

·         Identifica posibles obstáculos y vulnerabilidades. Si te es posible, busca estrategias y soluciones para enfrentar los problemas que surjan.  

·         No esperes a sentirte listo para dar ese primer paso, la motivación es el resultado de la acción.

·         Celebra los pequeños logros y avances. Cada avance cuenta. Reconócelo y úsalo como impulso.

·         Sé compasivo contigo durante el proceso. Reconoce tus emociones y observa tus pensamientos sin juzgarlos. No te castigues por los errores que puedan surgir, recuerda que estos son parte de la experiencia humana.

¡Es Momento de Actuar!

Que tus grandes ideas, metas y propósitos no se queden solo en leer este blog o en tus pensamientos, sino que se conviertan en una realidad.