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El cuidador primario informal, ¿Quién es, qué hace y cómo ayudarlo?

  • adarp33
  • 14 jul
  • 3 Min. de lectura
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¿Alguna vez has cuidado de un familiar, amigo o conocido que esté enfermo y necesite de tu ayuda? O bien, ¿conoces a alguien que sí lo haga? Probablemente la respuesta es . Esto se debe a que, en la actualidad, las enfermedades crónico degenerativas (ECD) se presentan a nivel mundial de manera más frecuente y compleja. Ahora te mencionamos las más frecuentes.

Padecimientos de tipo:

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Las características principales de todas estas condiciones y enfermedades es que la mayoría no son curables, se prolongan a lo largo del tiempo y sus síntomas pueden quitar de forma paulatina la independencia y capacidad de autocuidado a la persona que las padece.

Cuando aparecen generalmente surge la necesidad de contar con alguien que se haga cargo del cuidado de quien padece la enfermedad o condición, a esa persona le llamamos “cuidador/a primario/a informal”. Veamos de donde podría venir este peculiar nombrecito: Cuidador/a primario/a, porque es quien más realiza la actividad de cuidado de la persona con la enfermedad o condición; e informal, porque no recibe una capacitación especializada ni pago formal por esta labor.

Este rol, normalmente es adoptado por un familiar o alguien cercano al enfermo (generalmente mujer), y su papel es esencial tanto para la persona con el padecimiento, como para el equipo multidisciplinario tratante de su salud.

Las tareas que las y los cuidadores normalmente realizan tienen que ver, en gran parte, con las actividades de autocuidado que se le dificultan a la persona con el padecimiento o que ya no puede realizar por su cuenta, como: alimentarse, desplazarse, ingerir medicamentos y asearse.

Así mismo, suelen involucrarse con labores prácticas u operativas, es decir, aquellas que no se relacionan directamente con el autocuidado del paciente pero que de forma indirecta implican cubrir algunas necesidades con respecto a su enfermedad que facilitan su desenvolvimiento y mejoría, entre ellas: llevar y acompañar al enfermo a sus consultas médicas, tratamientos u hospitalizaciones, gestionar finanzas y estar al pendiente de cualquier urgencia o duda que surja durante el proceso. Por si fuera poco, la o el cuidador/a tiene que seguir realizando las actividades que comúnmente realizaba antes de que el paciente enfermara: trabajar, hacer ejercicio, administrar su hogar y realizar actividades de ocio-socialización, entre otras. Qué estrés ¿no?

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Sin embargo, no todas las personas cuidadoras logran afrontar esta situación de manera saludable; muchos de ellos debido a la sobrecarga del cuidado de otro/a, descuidan su salud física (alimentación, sueño, sedentarismo, no se adhieren a su propio tratamiento en caso de enfermedad, etc.), sexual y emocional. Estos descuidos pueden traer consecuencias graves a corto, mediano y largo plazo, con la posibilidad de afectar seriamente su bienestar y calidad de vida, convirtiéndose así en un enfermo secundario.

En este sentido, resulta esencial que tanto la persona con la enfermedad o condición, su familia o red de apoyo, los profesionales de la salud y las instituciones tomen en cuenta no sólo a la persona con la enfermedad crónica (ECD), sino también al cuidador/a primario/a informal.

Actualmente, se promueve en las personas que ejercen este rol, la práctica del cuidado saludable, mismo que puede lograrse brindando herramientas para regular emociones, opciones para resolver problemas y estrategias de autocuidado.


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A continuación, se presentan algunas recomendaciones para el cuidado saludable de quienes cuidan de otros:

  • Buscar una red de apoyo

  • Solicitar contención psicológica

  • Organizar y delegar tareas

  • Dormir mínimo 6 horas continuas

  • Incluir actividad física en su vida cotidiana

  • Llevar una dieta balanceada

  • Procurar continuar con labores cotidianas

  • Realizar alguna actividad de entretenimiento y/o esparcimiento

Si te identificas como cuidador o cuidadora primario/a informal, puedes acudir con algún servicio de psicología clínica o de la salud, para generar herramientas que permitan la práctica del cuidado saludable.

También, te recomendamos a las siguientes fundaciones que ofrecen servicios psicológicos (tanto a la persona con alguna de las siguientes enfermedades, como a la persona que le cuida):

  • Cáncer: INCAN, Fundación Rebecca de Alba y Salvati

  • Alzheimer: Alzheimer México IAP

  • Parkinson: Asociación Mexicana de Parkinson

Finalmente, si conoces a alguien que es cuidador/a primario/a informal y requiere ayuda, puedes formar parte de su red de apoyo, escucharle, recomendarle que acuda a su propio servicio de salud y de ser posible ayudarle en sus actividades de cuidado o personales.

¡Recuerda que para poder cuidar a otro primero debes estar bien!


Reseña

Maestra en Psicología, desarrollada principalmente en el área clínica, de la salud y de investigación, con más de 8 años de experiencia en el rubro. Como parte de su formación continua y de especialización, ha tomado diversos talleres, seminarios y diplomados en áreas como: terapias contextuales, TCC, TCA, TOC, análisis funcional de la conducta, modificación de la conducta, psico-oncología e intervención en crisis y primeros auxilios psicológicos. Su práctica profesional le ha permitido desenvolverse en distintos escenarios e interactuar con diferentes poblaciones que van desde niños hasta adultos, enfocándose en cuidadoras primarias informales y en pacientes crónicos.


 
 
 

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